Esa Vacante es para Mí

Un Momento De Reflexión
por Lilia m. Fiallo

Después de presentar la aplicación para la vacante, hay que esperar el mensaje o la llamada para la siguiente fase.

Recibida la confirmación para una entrevista, hay tensión, pero debe darle a esa situación un segundo lugar en su mente. Apartar ese pensamiento y concentrarse en lo que realmente interesa, los pasos que va a dar para llegar a la meta y obtener excelentes resultados. Programarse para ese día, hora y lugar al que tiene que acudir a la entrevista, ya que si tiene alguna diligencia para ese momento, con anticipación se puede, posponer o cambiar todo compromiso. Inicialmente debe destinar unas horas para ir a la peluquería o al salón de belleza y preparar la ropa adecuada.

Partiendo del refrán de que: “La moda no incomoda”, hay que tener en cuenta que no todo es para todo el mundo. ¡Ese traje no es para mí! Un atuendo, acorde para la cita, da seguridad; estar bien vestido, pulcro y reluciente es lo normal. Tal vez la moda lo quiera imponer, pero presentarse con ropa rota, camisetas, tenis o pantuflas, no da buena impresión. “Tal como lo ven así lo tratan”, dice el refrán. Y es que piénselo bien, usted merece lo mejor, la prosperidad, el avance en la vida, la riqueza; usar prendas raídas, dan apariencia de viejas, causa mala impresión, y trae consigo energía negativa.

Los colores tienen una gran importancia en el vestir y más para ésta ocasión. El color rojo produce apetito, reacciones fuera de lugar, descabellado usarlo donde hay ganado, tiene relación con el peligro, despierta pasiones. Amarillo el color de la traición y trae mala suerte, combinado con gris, produce inseguridad. En cambio, el color azules sublimidad espiritual y resulta perfecto para asistir a una entrevista. Unos zapatos bien lustrados será el complemento para una excelente presentación personal.

Una táctica genial que leí alguna vez: “cuando una persona tiene una entrevista-lejos del morbo-, imaginar a la persona que le va a entrevistar, en ropa interior; resultará jocoso pensarlo, pues al pasar el umbral de la puerta y verse cara a cara con el entrevistador, lo hará sonreír, opacándose un poco el nerviosismo”.

Puede ser que usted tenga muchos títulos y maestrías, después de tantas noches de desvelo, esfuerzo y sacrificio, pero para hacerse grande espiritualmente, siempre lo deben acompañar los mejores sentimientos: la sencillez y la humildad. No permita que entre en su mente el virus de la arrogancia y la prepotencia porque será una fatalidad.

Es de suponer que habrá un examen escrito y un par de citas más con las directivas de la Compañía.

En el examen escrito habrán preguntas tendenciosas, como una elemental que alguna vez encontré: “¿Qué pesa más, una libra de hierro o una libra de algodón?

Partiendo del principio de que esa vacante es para usted, tendrá que analizar detenidamente antes de contestar cada pregunta, pues el examen escrito tiene, además de un buen puntaje, muchas preguntas para pensar.

Una vez superada esa prueba, vendrán una o dos entrevistas más.

La siguiente cita será precisa para ingresar. Cuando esté en frente al entrevistador, tendrá que poner en práctica todo su talento con serenidad y aplomo para responder a todas las preguntas. Hay una que es definitiva: “¿Sueldo que aspira”? La respuesta no puede ser otra que: “El que la empresa asigne”, porque esté seguro que no lo volverán a llamar si es usted el que coloca el sueldo. Si permite que sea la Compañía la que le asigne el sueldo, tendrá una tercera y última entrevista, para darle la bienvenida.

Puede que el sueldo no sea acorde a sus aspiraciones, pero mire las ventajas que tendrá esa vacante.

Lilia M. Fiallo nacida en Bogotá, Colombia, lugar en el que, entre tareas y ratos libres, encontró un espacio para escribir sobre temas, de alguna manera olvidados por otros. Con letras de oro grabadas en su memoria, inició su vida laboral, en el corazón de la parte técnica, del control de tránsito aéreo de su país natal. En medio de fraseología y códigos aeronáuticos, el mundo de la aviación le dio una de las más elevadas experiencias, por la precisión que requiere este oficio, donde un solo error, podría costar muchas vidas. Es ahí, donde en su inquietud por comunicar sus ideas, comienza a escribir con dedicación, temas un poco relegados por la sociedad, la Iglesia y el Estado. Al descubrir una verdad de la que nadie quiere hablar, pero mucho más real y cotidiana, de lo que parece. Es así, como surge esta, su primera obra, “Parir por parir”. Puedes encontrar su libro en amazon.