¿Lo Conoce Dios a USTED?

por Juan Ocasio Borrero

¿Alguna vez se te ha acercado una persona, una iglesia o un sitio web religioso y te hicieron esta pregunta: “¿Conoces a Dios?”. ¿Cuál fue tu respuesta? ¿Proporcionaste una explicación honesta de tu creencia y conocimiento sobre el Todopoderoso, o descartaste la pregunta de tu mente?

La mayoría de las personas que confiesan ser cristianas suelen tener una respuesta definitiva acerca de lo que creen acerca de Dios, su Hijo Jesucristo, y el Espíritu Santo. También podrían responder que asisten a los servicios religiosos o ir a la iglesia regularmente. Sin embargo, en la caminata de cada cristiano, esta pregunta ha capturado los pensamientos de los adoradores sinceros acerca de lo mucho que nuestro Dios sabe sobre nosotros.

¿Es lógico que nos preguntemos si Dios nos conoce? Nos educaron para saber que nuestro Creador es Todopoderoso, omnisciente, eterno y amoroso. Después de todo, sabemos que “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree no se pierda, mas tenga vida eterna.” (Juan 3:16)

Sin embargo, un análisis honesto sobre el conocimiento de Dios acerca de tí y de mí aumentará nuestro amor hacia él y nuestra percepción de su cuidado en nuestra vida diaria y en el futuro eterno. Veamos algunos versículos claves de la Biblia que nos dicen acerca de lo bien que Dios nos conoce.

Jeremías 1:5: “Antes de que te formase en el vientre te conocí; y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones”. El profeta Jeremías escribió bajo la inspiración del Espíritu Santo que de una manera tan especial el Señor Todopoderoso puede usar su inmenso poder para ver el futuro de su creación humana, bendecir y ungir a aquellos que le servirán con un corazón completo. Además, antes de nuestra propia concepción, Dios ya conocía cada una de las secuencias de acontecimientos que anunciaba nuestra propia formación. Vea lo que David, el segundo rey de Israel, dijo en Salmo 139:14-16:

“Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras; estoy maravillado, y mi alma lo sabe muy bien. No fue encubierto de ti mi cuerpo, bien que en oculto fui formado, y entretejido en lo mas profundo de la tierra. Mi embrión vieron tus ojos, y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas que fueron luego formadas, sin faltar una de ellas.”

¿Puedes imaginar o entender las complejidades de tu propio cuerpo, la singularidad de nuestra propia mente, el ADN y la personalidad? Sólo Dios puede. Él nos creó a cada uno de nosotros a su semejanza (Génesis 1:26, 27). Antes de que cualquier célula fuera creada, el Señor diseñó meticulosamente cada parte, todo acerca de ti y de mi estaba ‘escrito’ o planeado en Su mente (Su impresionante libro de sabiduría y conocimiento in-investigable).¡Qué maravilloso es no sólo entender, pero realmente apreciar lo bien que Él nos conoce y cuida de nosotros de una manera tan especial! No es de extrañar por qué Dios envió a Cristo Jesús para rescatarnos del pecado y la muerte (Romanos 5:12, 6:23).

Jesucristo vino al mundo por el amor de Dios hacia la humanidad y predicó el Evangelio, o Buenas Nuevas, del Reino de Dios (Mateo 6:33, 24:14, 28:19, 20). Mostró tal cuidado que curó a los enfermos, resucitó a los muertos, alimentó a multitudes, enseñó las verdades sobre el amor de Dios, y profetizó sobre el futuro de Israel, el mundo, sobre su enemigo, Satanás el Diablo, y la restauración de los judíos al amor de Dios a través del nuevo Pacto, por su muerte en la Cruz y en la creación de su Iglesia. También, Jesús llamó a los gentiles o a los no judíos a la salvación por su nombre bajo el mismo pacto (ver Hechos 10:1-48).

Tal era el cuidado y el amor que el Mesías, Jesús, dijo: “…aun los cabellos de vuestra cabeza están todos contados.” (Lucas 12:7). ¿Quién nos conoce tan bien que incluso lo que consideramos trivial es importante, sino Dios solamente? ¿Puedes ahora ver con los ojos de tu espíritu lo especial que eres para Dios, que Él te planeó y te hizo lo que eres, te ungió y te dedicó a hacer Su trabajo y alabarlo, a vivir para siempre y nunca estar enfermo, envejecer o morir, bajo su Reino eterno? (leer Apocalipsis 21:1-4, Isaías 33:24).

La Santa Biblia está llena de escrituras que señalan el gran amor incondicional de Dios hacia nosotros. Abra su copia de la Biblia y léale usted y a su familia y vea que usted nunca está solo, que el Creador se preocupa por nosotros hasta el punto de dar a su Hijo unigénito para que sea salvado para siempre.

Comparta el amor de Dios con cualquier persona que encuentre. El mundo está en tal confusión y desorden al estar lejos del amor de Dios. Todas estas cosas están señaladas en la Palabra de Dios (Mateo 24:3-18). Pero Su propósito amoroso de que todos sean salvados a través del sacrificio perfecto de Jesucristo debe obligarnos a valorar el conocimiento y el cuidado de Dios por nosotros y a compartir la promesa gozosa de la vida eterna en su Reino, que pronto destruirá el pecado, la muerte y el enemigo del hombre para siempre (Apocalipsis 20:10).

¡Dios te conoce! Y lo que es mejor: Él se preocupa por nosotros de tal manera que se merece nuestras oraciones, acción de gracias, adoración, y alabanza todo el tiempo.

¡Dios es asombroso y digno de ser alabado! (Salmo 63:1-8)

Nota: Los versículos usados provienen de la versión Reina-Valera, revisión de 1960.

Acerca del escritor: Juan Ocasio-Borrero sirve como ministro y predica el Evangelio de Jesucristo en Geneva, NY. Puedes contactarnos por medio thehouseofruthministries@gmail.com y escuchar las clases bíblicas en YouTube®: The House ofTruth/Juan Ocasio Borrero.