Interpretando a Dick Cheney

por Miguel Balbuena

Christian Bale es un actor de Hollywood que ha protagonizado 48 largometrajes hasta el momento. De su impresionante filmografía, he podido ver las 10 siguientes obras: “Psicópata Americano” (2000), “El Increíble Castillo Vagabundo” (2004), “Batman Inicia” (2005), “El Gran Truco” (2006), “Batman: El Caballero de la Noche” (2008), “Enemigos Públicos” (2009), “Batman: el Caballero de la Noche Asciende” (2012), “El Vicepresidente:
más allá del Poder” (2018), “Contra lo Imposible” (2019) y “Thor: Amor y Trueno” (2022).

“Batman Inicia” proporcionó una plantilla para replantear franquicias en aprietos a fin de superar la fatiga de los espectadores con su modelo anterior. “Batman Inicia” hizo esto al explorar el territorio previamente no trazado del trauma psicológico sufrido por el personaje
principal. Este modelo fue posteriormente adoptado por los productores de “El Hombre Araña” (2002), “007: Operación Skyfall” de James Bond (2012), etc.

Pero, de todas las obras cinematográficas de Bale, la que se convirtió en un fenómeno de cinta de culto -del mismo estilo que “La Pequeña Tienda de los Horrores” (1960) y “Terciopelo Azul” (1986)- fue indiscutiblemente “Psicópata americano”, una mezcla del género de la crítica social -contra las costumbres de la clase media alta – y del género del acuchillamiento sangriento, inusitada combinación que también puede ser vista en “Muerte, Muerte, Muerte” (2022).

Después de haber representado a Dick Cheney, el 46vo Vicepresidente de los Estados Unidos, en 2018, se informó que Bale había estado cobrando un salario mensual de $100,000. Una vez también tuve la oportunidad de representado a Cheney, pero aparentemente mi cheque de
pago se perdió en el correo. Mi soberbia actuación canalizando a este veterano estadista tuvo lugar durante mi clase Administración Pública y Derecho.

Entre Agosto de 1990 y Diciembre de 1993 seguí un programa de grados conjuntos, -generosamente financiado por una prestigiosa beca Fulbright- en la Escuela Maxwell de Ciudadanía y Asuntos Públicos de la Universidad de Syracuse. Consistió en una maestría de administración pública y una maestría de artes en economía.

En ese momento esta disciplina de M.A.P. ocupaba el más alto lugar en la “Guía Fiske a Universidades”, según un aviso publicado en la escuela. En 1995, la revista U.S. News & World Report lanzó una encuesta anual de reputación utilizando una metodología diferente a la de “Fiske”. Desde entonces, la Escuela Maxwell ha sido clasificada como el programa de postgrado en asuntos públicos número uno en Estados Unidos, durante 27 de 28 años, en esta encuesta, adelante de escuelas de la Liga de Hiedra como Harvard, Princeton, Columbia y Cornell.

Después de haber llevado el curso Teoría de la Organización con la profesora Rosemary O’Leary en el semestre de otoño del año académico 1990-1991, para el próximo semestre tuve la alternativa de llevar Administración Pública y Democracia, enseñado por ella también, o Administración Pública y Derecho, enseñado por dos miembros profesores adjuntos del cuerpo docente, a quienes no conocía en absoluto. Dispuesto a tomar riesgos calculados, decidí por la última opción.

El semestre de primavera de 1991 se inició tres días antes del comienzo de la campaña aérea de la Guerra del Golfo Pérsico. Un ambiente de palpable tensión permeaba todo el campus.

Ambos profesores adjuntos de Administración Pública y Derecho vivían fuera del estado y alternaban la enseñanza cada semana, ya que uno impartía la clase un día a la semana y el otro hacía lo mismo la siguiente semana. Los dos volaban a Syracuse para dirigir la clase. Sólo aparecieron juntos dos veces. La primera fue cuando presentaron la sílaba del curso; la segunda fue cuando, sin previo aviso, coordinaron un juego de guerra que convirtió el salón de clase en una simulada Sala de Situación, el centro de comando y control para la gestión de crisis en el sótano del Ala Oeste de la Casa Blanca.

El reparto de personajes incluyó al Presidente George H. W. Bush (representado por mi amigo Brad Phelps), el Vicepresidente Dan Quayle, el Secretario de Estado James Baker, el Secretario de Defensa Dick Cheney (representado por este corresponsal), el Subsecretario de Defensa Donald Atwood, el Subsecretario de Defensa para Política Paul Wolfowitz, el Jefe del Estado Mayor Conjunto Colin Powell, el Director de Inteligencia Central William Webster y el Embajador ante las Naciones Unidas Tom Pickering.

Uno de los profesores colocó una placa con el nombre de Cheney frente a mi asiento. De la misma manera que Bale hizo todo lo posible para darle vida a este político en “El Vicepresidente”, no tuve más remedio que hacer que mis jugos de actuación fluyeran.

Acerca del autor: Miguel Balbuena es un creador de contenido y dirigente de pensamiento en la economía global del conocimiento. Su prolífico corpus de trabajo escrito abarca los campos de las ciencias naturales y sociales, periodismo, arte, política y filosofía, tratando temas como las dimensiones estéticas de las ciencias.

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