La mirada a Venezuela de la Viuda de Filiberto Ojeda

Doña Elma Beatriz Rosado Barbosa, viuda del Comandante de los Macheteros Filiberto Ojeda, opinó que la política de Venezuela para el Caribe bajo la presidencia de Nicolás Maduro debe mantener el foco en el intercambio económico y el militarismo de Estados Unidos y que, en ese marco, Puerto Rico representa “riesgos” para la revolución bolivariana.

A continuación, las respuestas íntegras de Rosado Barbosa a las preguntas de NCM Noticias.

P- ¿Cómo resumiría usted el legado para América Latina del finado presidente Hugo Chávez?

R- El presidente Hugo Chávez fue un líder fuera de serie. Vistió de orgullo patrio al pueblo venezolano y rescató los valores que ahora el pueblo venera, agradece y defiende. Chávez echó abajo el protocolo distanciador, abrazó a países hermanos y desafió al imperialismo. Demostró que pueblos hermanos pueden confiar unos en otros y unir sus fuerzas ante peligros comunes. Sus posturas denunciando a organismos internacionales por usura y apropiación de las riquezas de los pueblos abrió espacios en toda América Latina, evidenciando que otro mundo sí es posible: un mundo multicéntrico y pluripolar.

P- ¿Cómo valora usted la capacidad del presidente Nicolás Maduro para dirigir la revolución bolivariana?

R- Nicolás Maduro se crió como revolucionario. Utilizando el decir de Gabriel García Márquez, en la hora histórica, Nicolás Maduro ha estado presente. En los minutos estratégicos, ha ocupado posiciones clave. En los segundos tácticos, ha realizado tareas precisas. Desde sus anteriores cargos como líder sindical, Presidente de la Asamblea Nacional, Canciller y Vicepresidente, Maduro ha ejercido sus funciones con aplomo y exitosamente. La forja de un revolucionario estaba consumada y Chávez lo forjó como custodio, continuador y dirigente de la Revolución. Conoce profundamente la ideología, la teoría y los objetivos a cumplirse y tiene la paciencia para la reflexión, la firmeza para dirigir y la sensibilidad para acoger a ese pueblo que merece el legado de justicia social durante tantos años negado.

P- ¿Cuáles son los puntos relevantes que conviene tomen en cuenta los países del Caribe sobre la política y las relaciones exteriores de Venezuela?

R- Es muy importante el papel protagónico desempeñado por Venezuela en la construcción de la unión latinoamericana y caribeña. ALBA, UNASUR y CELAC conforman espacios estratégicos para afianzar las relaciones políticas, desarrollar y fortalecer las relaciones económicas y financieras, e impulsar la construcción de un mundo pluripolar, donde se profundicen las relaciones sociales y culturales, con la participación de los movimientos sociales. Un escenario idóneo para la integración de la región.

P- ¿Cuáles son los asuntos del Caribe que deben tenerse en cuenta de forma prioritaria por parte de Venezuela?

R- El siempre presente militarismo de Estados Unidos en el Caribe debe ser un punto de enfoque para Venezuela. El programa PetroCaribe, los intercambios tecnológicos y las estructuras de orden comunicacional son mecanismos importantes para afianzar la independencia económica de los países caribeños y la integración de la región, iniciativas consideradas en el Plan de la Patria.

P- ¿Qué significado usted le da al doble abrazo que le dio el presidente Maduro y su mención del Comandante Filiberto Ojeda Ríos?

R- El doble abrazo del presidente Nicolás Maduro expresa la absoluta hermandad que nos vincula y evoca a nuestros antepasados históricos comunes, como el general Antonio Valero y los revolucionarios barinenses Manuel y Miguel Rojas Luzardo. Mirando directamente a mis ojos, el Presidente dijo: “¡Puerto Rico! ¡Filiberto Ojeda!”, demostrando que Puerto Rico y el Comandante viven en su memoria.

El Presidente conoce muy bien la situación de Puerto Rico, los esfuerzos realizados en la ONU y la lucha activa por lograr la independencia y soberanía plena. Le consta la solidaridad y apoyo de Filiberto a la Revolución Bolivariana: sus exhortaciones al pueblo puertorriqueño a solidarizarse con el pueblo venezolano, ante la tragedia de Vargas; a apoyar a Chávez y la Revolución; a rechazar las maniobras de la oposición venezolana para instaurar el proceso revocatorio contra Chávez. El escrito, “Puerto Rico, las Antillas, nuestra América toda”, fue el documento cimero que Filiberto trabajó para insertar la lucha independentista puertorriqueña en el proceso bolivariano, utilizando como prisma el socialismo del siglo XXI y las aristas de justicia social en el pensamiento de Simón Bolívar. El Presidente Maduro se pronunció más allá de los abrazos. En pleno “Diálogo Bolivariano”, expresó: “Puerto Rico será independiente, más temprano que tarde. Se cumplirá la agenda de nuestro Libertador.”

P- ¿La han enseñado algo novedoso para usted los últimos acontecimientos en Venezuela?

R- Experimentar la cercanía del pueblo venezolano, percibir su entusiasmo y firme propósito de no ceder las victorias conquistadas, es impresionante. Los venezolanos son dueños de su destino y ejercen esa democracia participativa y protagónica, reconocida internacionalmente. Maduro cuenta con el apoyo irrestricto del pueblo que lo acompañará el 14 de abril. La gran lección de Venezuela ha sido la necesaria unidad: entre el pueblo venezolano, sus fuerzas políticas y militares, y entre pueblos hermanos.

P- ¿Cuál es su opinión sobre la importancia, positiva o negativa, para Venezuela y la región caribeña del escudo de radares y demás previsiones militares tomadas por Estados Unidos y el gobierno autonomista en Puerto Rico?

R- La actitud de servilismo del gobierno de Puerto Rico hacia Estados Unidos, además de la condición colonial, reforzada por la sujeción militar, presentan riesgos para Venezuela, y desasosiego para los puertorriqueños. Basta recordar las agresiones que Estados Unidos ha lanzado desde Puerto Rico hacia países hermanos. Los sistemas de radares monitoreando las aguas territoriales hermanas, la participación de la Guardia Nacional de Estados Unidos en Puerto Rico y la presencia de un agente del FBI como Jefe de la Policía de Puerto Rico complementan los planes secretos de Estados Unidos. Puerto Rico sigue siendo una colonia militar. Un gobierno puertorriqueño que se arrodilla ante el imperialismo, no estará en condiciones de honrar el pacto de hermandad bicentenario de los puertorriqueños, rechazando agredir a nuestros hermanos venezolanos. Para vergüenza nuestra.

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