La Salsa esta que Arde
Octubre es parte del Mes de la Herencia Hispana. Como tal, es un momento propicio para reflexionar sobre el rol de la música en la cultura hispana. Los tópicos tratados en la celebración de este mes en Nueva York Central incluyen los estilos musicales de flamenco, bomba y plena. Pero no debemos olvidarnos de la salsa; sería pertinente recapitular durante este mes eventos recientes relacionados con la salsa.
En febrero, La Casita Centro Cultural convocó una mesa redonda impulsada por el lanzamiento del libro “Mundo de salsa: Una danza global en contextos locales”, editado por Sydney Hutchinson, profesora de etnomusicología en el Departamento de Historias del Arte y Música de la Universidad de Syracuse.
“Salsa y académicos no son dos palabras que tu escuchas en la misma oración,” dijo Tere Paniagua, moderadora de la discusión, a fin de iniciar la conversación.
Además de Hutchinson, los panelistas fueron Edgar Pagán, fundador de la banda de salsa Grupo Pagán; Roberto Pérez, un instructor de salsa de Cuba, y; Bárbara Balbuena, decana de la Facultad de Arte Danzario del Instituto Superior de Arte en La Habana.
Pagan dijo que él ha tocado salsa en Tokio y Río de Janeiro, y ha sido testigo de primera mano que diferentes naciones tienen sus propias versiones de salsa. “A pesar de esto, la gente de diferentes culturas e historiales son capaces de comunicarse a través de la música y danza de la salsa”, dijo.
Pérez dijo que había venido a Syracuse hace una docena de años y que ama la salsa tanto que ha estado tocándola con un conjunto local cada semana por diez años.
Balbuena dijo que Cuba se puso al día relativamente tarde con el fenómeno global de la salsa. “Pese a que la salsa ha existido desde la década de los años 60, no fue hasta 1985 que los cubanos fueron introducidos a la salsa”, agregó. “Fue traída a la isla por Oscar D’Leon, un músico venezolano, cuando tocó con su orquesta en el Festival de Varadero, un balneario que sirve como un destino turístico de primera.”
Hutchinson dijo que la reunión de expertos se llevaba a cabo en honor de la carrera de Balbuena en el campo de estudios de salsa. Balbuena completó un doctorado en artes y estudios pre-doctorales en arte danzario y etnología en su instituto. Enseña historia de la danza folclórica en Cuba, entre otras clases, en su alma mater. Ambas se conocieron mientras Balbuena estaba dirigiendo un taller de danza en Berlín.
Algunos años atrás Hutchinson había ido a una conferencia de salsa organizada en Santiago de los Caballeros, República Dominicana. Después que tomó la pista en un intento de bailar con sus anfitriones, sintió que continuaban pisándole los dedos del pie.
Después de sobrevivir esta experiencia extenuante, revisó sus apuntes. Confirmó que estaba siguiendo el “precepto básico de la salsa internacional de estudio,” que es dar un paso adelante con el pie izquierdo y uno atrás con el derecho. Por su parte, los salseros dominicanos la culpaban de tener todo mal al no adherirse a su protocolo, el cual es todo lo contrario: un paso adelante con el pie derecho y uno atrás con el izquierdo.
Esta confrontación instigó a Hutchinson a ponderar los vínculos entre la cultura popular global y las prácticas locales. Con el fin de obtener un mejor entendimiento de estas relaciones, se le ocurrió la idea de editar una publicación para abordar estas cuestiones. Y, así, nació el libro “Mundo de salsa”.
“He estado pensando en editar este libro desde 2007”, dijo Hutchinson. “Aproveché mi participación en la conferencia en Santiago para reclutar nueve autores asistentes (más Balbuena) para colaborar en el proyecto del libro.” Agregó que tomó siete años en fructificar debido a la cantidad de trabajo involucrada en la traducción de los borradores originales de los capítulos individuales sometidos en eEpañol por cinco autores escribiendo sobre salsa en Cuba, Colombia, Santo Domingo, Francia y España.
Acerca del autor: Miguel Balbuena es un escritor en los campos académico, científico, periodístico y literario (en los géneros de ficción y no ficción).