FINANZAS – Noviembre 2012
Egresados de la escuela secundaria necesitan aprender sobre el crédito
Si su hijo acaba de egresar de la escuela secundaria y se está preparando para ingresar a la universidad o a la fuerza laboral, permítame contarle algunas de las cosas que aprendí sobre el manejo de las finanzas personales para que se las transmita a sus hijos.
Los adultos jóvenes están comenzando a construir su historial crediticio. En los próximos meses, seguramente se encontrarán con muchos gastos que no conocían – y muchas tentaciones financieras. Si no son cuidadosos, solo con unas pocas malas decisiones que tomen ahora podrían arruinar sus antecedentes crediticios para el futuro.
Estas son algunas de las medidas que pueden tomar sus hijos para generar buenos hábitos financieros y una sólida situación crediticia – y algunos de los inconvenientes que deberían evitar:
Probablemente, la herramienta más importante que ayude a los adultos jóvenes a manejar sus finanzas es una cuenta corriente básica y una tarjeta de débito. Algunos consejos para darles:
- Busquen un banco/cooperativa de crédito que no cobre cargos mensuales por uso, que no exija saldos mínimos y que tenga cajeros automáticos cerca para no tener que pagar cargos extra por usar cajeros que no pertenezcan a la red del banco.
- Anoten todas las transacciones en el registro de la chequera y verifiquen la cuenta por Internet regularmente para saber cuándo se acreditan los depósitos, cheques, compras y pagos automáticos.
- No libren cheques ni hagan compras con la tarjeta de débito si el saldo actual de la cuenta no es suficiente para cubrirlos –muchas de las transacciones se acreditan en forma instantánea.
- Los bancos deben preguntar si desean obtener cobertura contra giro en descubierto. Si la aceptan, deben saber que los giros en descubierto pueden ser costosos –hasta $35 o más por transacción.
- Pidan que les envíen alertas por mensaje de texto o correo electrónico cuando el saldo de la cuenta esté por debajo de cierto nivel, o cuando se acrediten los depósitos o venzan los pagos.
Las tarjetas de crédito pueden ser una herramienta útil para los adultos jóvenes, pero deben usarse con responsabilidad. Por ley, los menores de 21 años deben tener cuentas de tarjeta de crédito conjuntas con sus padres o un adulto responsable a menos que puedan demostrar ingresos suficientes para pagar la deuda. Si usted permite que su hijo sea un usuario autorizado o co-titular de alguna de sus cuentas, recuerde que todas las actividades de la cuenta, buenas o malas, aparecerán en los informes crediticios de ambos por lo que el control minucioso es fundamental.
Otra forma de generar un historial crediticio es comenzar con una tarjeta de crédito “garantizada” –una tarjeta vinculada a una cuenta en la que se deposita dinero. Generalmente, se permite gastar hasta el monto depositado en la cuenta y recargar la cuenta cuando se necesite.
Después de haber realizado varios pagos en término, dígale a su hijo que le pida al emisor de la tarjeta que la convierta en tarjeta no garantizada o que, por lo menos, agregue un monto no garantizado a la cuenta. Solo asegúrese de que el emisor de la tarjeta acepte reportar su historial crediticio a, como mínimo, una de las tres agencias de informes crediticios; de lo contrario, la cuenta no servirá para mejorar su crédito.
Si su hijo califica para tener una tarjeta de crédito no garantizada, procure que:
- Siempre pague, al menos, el monto mínimo –a su vencimiento—todos los meses.
- Trate de pagar todo el saldo todos los meses; de lo contrario, tendrá que pagar mucho en concepto de intereses.
- Evite usar las tarjetas de crédito para que le adelanten dinero en efectivo, ya que esto suele tener cargos elevados y se comienzan a acumular intereses de inmediato.
- Elija una tarjeta que no cobre cargos anuales y que compare los cargos por obtener adelantos en efectivo, pagar después del vencimiento, transferir saldos y exceder el límite.