¿Especiesismo y Niños?
por Diana Kozenyatko
Traducido al Español por Rob English
Para empezar, defino la palabra “Especiesismo,” lo que es tratar una especie como si fuera más valiosa o más importante que otra; por ejemplo, los gatos y los perros que amamos, pero las vacas y los cerdos que maltratamos para nuestro paladar. La sociedad imparte esta idea a los niños. Tal vez no se lo digamos en voz alta, pero las acciones, por supuesto, hablan más alto que las palabras.
Un recuerdo claro de una película siempre me hace pensar en el especiesismo y en cómo los padres se lo transmiten a sus hijos. En una escena de la película, una niña está sentada con su mamá y su hermano y está comiendo una hamburguesa. La niña pregunta “mamá, ¿de qué se hace una hamburguesa?” La madre le responde que proviene de una vaca y la niña escupe el bocado inmediatamente y no come más de la hamburguesa. La niña es más perspicaz que su mamá. Ella sabe que está mal, y en su opinión es asqueroso comer alimentos de origen animal. Ella tuvo esa conexión al instante sin dudarlo. La madre le dijo “Pero come tu maldita comida, ¿quieres?”
En cierto modo, les lavamos los cerebros a los niños para que se coman un animal y amen al otro. De niña yo también tenía pensamientos igual que de esa niña. Pensaba que comer carne era asqueroso. Odiaba comer carne cuando mi mamá la ponía en sopas u otras comidas. Pero los padres y la sociedad les enseñan a los niños que el especiesismo está bien.
¿Estoy culpando a los padres? Sí, pero tal vez los padres tuvieron alguna vez el mismo pensamiento que el de sus hijos cuando eran niños. Por eso la educación es una herramienta poderosa. Imagínese un mundo en el que viviríamos si enseñáramos a los niños a amar a todos y les enseñáramos que comer animales es incorrecto y moralmente inaceptable. Es una locura cómo la sociedad les lava los cerebros de los niños; y no solo a la sociedad lo hace, sino también las grandes empresas corporativas tal como la American Heart Association (grupo para la salud del corazón) que va literalmente promocionando recetas de carne de res. Podría preguntar, ¿cómo pueden creer que eso está bien? Bueno, necesitan plata; necesitan que la gente se enferme, porque sin que la gente se enferme, no habrá plata.
A medida que yo maduraba aprendía que hay muchas mentiras que promueve la industria alimentaria. Por ejemplo, la industria del huevo me ha mentido. Nadie escribe en los cartones de huevos que, para poder conseguir esos huevos, los polluelos machos tenían que ser arrojados a un molinillo para matarlos vivos. Aprovechamos de una especie animal como moda, como alimento, como entretenimiento. Todos los seres vivos merecen respeto, amor, y compasión. ¿Qué hicieron los animales para merecer ser torturados vivos, ser utilizados como entretenimiento en un zoológico o circo?
No para entrar en un tema delicado acerca de la religión, pero muchos cristianos aman a Dios, aman a la gente, aman a su perro, pero ¿van de caza? ¿Por qué mostramos compasión a unos y no a otros? ¿Por qué en algunas religiones no se permite comer carne de cerdo, pero sí otros alimentos de origen animal? Simplemente no tiene sentido.
Podría preguntarse entonces, ¿cómo puedo poner fin a esto y cómo enseño? Tiene que empezar a educarse a si mismo y luego a educar a los demás. Los niños aman naturalmente a los animales. Digo, al menos lo hacía yo. Me llamaba amante a los animales, ¡pero estaba comiendo animales! Necesitamos enseñarles a los niños la verdad; y usted podría preguntarse ¿por qué a los niños? ¿por qué enseñarles? Bueno, es que los niños son el futuro que van a criar a las generaciones futuras y así sucesivamente. Tenemos que poder enseñar este tema a los niños desde pequeños, educar a los niños sobre cómo adoptar una dieta vegana saludable y enseñarles que los animales merecen compasión y amor. No solo perros y gatos, sino todos los animales.
Imagínese de un mundo sin “granjas” de animales, sin zoológicos, sin cuero ni productos de piel. Y para mencionar el cambio climático, usamos gran parte de nuestro suelo y tierra para la soja para alimentar a los animales. Superaríamos el hambre mundial. Necesitamos enseñar a las generaciones más jóvenes que son el futuro. Si está leyendo esto y está pensando, bien, ¿qué puedo hacer ahora mismo para hacer correr la voz? Predique con el ejemplo, predique con amor, comparta recetas veganas con amigos no veganos. Comparta documentales para ver. Tal vez ir a un restaurante apto para veganos. Yo sé que cuando cambié a una dieta vegana y publiqué recetas en mis plataformas de redes sociales, muchos de mis amigos que son mis compañeros de la Generación Z comenzaron a pedirme una buena comida vegana para probar. Muchos de mis amigos comenzaron a comprar más alternativas veganas debido a mis publicaciones. Un pequeño impacto será de gran ayuda. Sé que es frustrante, pero tomará tiempo para que el mundo se vuelva completamente vegano. Una vez más, recuerde que la educación es una gran herramienta.
En una nota más positiva, ¡las ventas de marca Beyond Meat (productor de “carne” vegana) ya supera en número a las ventas de pollo de Tyson (gran productor de carne)!
Diana es miembro de People for Animal Rights, organización de base, compuesto enteramente por voluntarios.
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