Su Propia Voz
por Nilsa Ricci y Patricia Rozzo-Leadley
Usted y sus proveedores de atención médica deben poder comunicarse de una manera eficaz. En el hospital, hay muchos equipos diferentes que trabajan con usted para brindarle la mejor atención posible; un malentendido con cualquiera de ellos puede resultar en problemas médicos.
Desafortunadamente, los estudios investigativos indican que los pacientes hispanohablantes tienen menos probabilidad de comprender su diagnóstico médico, las recomendaciones médicas y los planes de seguimiento después de ser dados de alta del hospital cuando se comparan con los pacientes de habla inglés1. Lamentablemente, la relación que los pacientes hispanohablantes tienen con sus médicos es menos satisfactoria1.
Afortunadamente, todos los sitios que proveen atención médica y que reciben asistencia del gobierno federal (por ejemplo, quienes aceptan Medicaid) están obligados a ofrecer un intérprete calificado1&2. Sin embargo, muchos hispanohablantes creen que su inglés es suficiente para defenderse en asuntos médicos o si no eligen a un familiar o amigo bilingüe que hable por ellos.
Puede ser la costumbre pedirle a un conocido bilingüe que le ayude a comunicarse con su médico, sin embargo, ser bilingüe no es lo mismo que ser un intérprete profesional. El vocabulario que se aprende en casa no es igual al que se usa en la medicina. Un intérprete profesional está entrenado para entender la terminología médica, reconocer cuando hay un malentendido, pedir clarificación y ayudarle a usted y su médico para que se entiendan mejor. Por otro lado, un familiar o amigo tal vez no tenga el conocimiento de la terminología médica o no este familiarizado con las implicaciones médicas de su caso. Si aún desea que un conocido le interprete a pesar de estos posibles riesgos a la comunicación, todavía puede pedir que un intérprete profesional este presente para apoyarles a ustedes y a su médico durante la cita. De todas maneras, su médico también tiene el derecho de tener un intérprete profesional presente para verificar la interpretación precisa.
Un familiar o un amigo que le acompaña puede brindar apoyo especial emocional. Puede que usted quiera que ellos tomen parte de la conversación o que le ayuden a recordar de preguntas que usted quiere hacerle a su médico. Pero, si también tienen que interpretar, le quita de su posición de apoyo y algo se olvidará. Es doloroso tener que dar una mala noticia, aún más para su ser querido. También puede ser incómodo tener que divulgar información íntima o delicada a seres queridos para que ellos se lo comuniquen a su médico. Es más, a veces no es seguro que guarden su confianza, pero un intérprete profesional sigue normas de comunicación confidencial.
Hay situaciones en las que la familia domina la conversación, dejándole a usted sin voz ni voto – teniendo que confiar que los intereses de ellos sean lo mismo que los suyos. Esto sería un caso de ser excluido por completo de la conversación que usted quiere tener con su médico (cuando lo desea). Es difícil construir una relación con alguien al quien usted no entiende y aún más difícil si usted no forma parte de la conversación.
El intérprete profesional protege su voz para que usted no tenga que estar luchando con el idioma; los hospitales no deben ser la nueva Torre de Babel.
Referencias:
- https://www.uptodate.com/contents/the-patients-culture-and-effective-communication?search=The%20patient%E2%80%99s%20culture%20and%20effective%20communication&source=search_result&selectedTitle=1~150&usage_type=default&display_rank=1
- https://www.federalregister.gov/documents/2022/08/04/2022-16217/nondiscrimination-in-health-programs-and-activities
Nilsa Ricci nació en Florida de padre colombiano y madre peruana. Se graduó en el 2016 de la Universidad de Columbia en la Ciudad de Nueva York con un B.A. en Neurociencia y Comportamiento. Ahora es una estudiante de medicina en la Universidad de Rochester Escuela de Medicina y Odontología. Actualmente, ella también trabaja como una intérprete de español en URMC.
Patricia Rozzo-Leadley nació en la Ciudad de Nueva York de padres colombianos. Ella estudió en la Universidad de Cornell y actualmente sigue sus estudios en SUNY-ESC. Sirve de instructora de los intérpretes de URMC en la cual ha trabajado por 30 años.
Ilustración por Ken Calvert
Foto de un paciente mirando una tableta por Cedric Fauntleroy de pexels.com