¿Hablas con tus plantas?
Escrito y traducido al español por Rob English
¿Hablas con tus plantas? Yo no. No creo que la mayoría de la gente lo haga. Sin embargo, se afirma que hablar con las plantas de interior las hace crecer más grandes y más verdes. ¿Cómo es posible? ¿Mi conjetura? Hablar con tus plantas significa que está respirando dióxido de carbono sobre ellas, enriqueciendo el aire que las rodea con el elemento químico que utilizan para construirse. Igualmente, si te sientas cerca de tus plantas mientras lees un libro por la noche, como lo hago yo, estás respirando ese CO2 en ellas, ayudándolas a crecer muy bien.
¿Recuerdas la lección de la clase de Ciencias? Las plantas absorben el dióxido de carbono que exhalamos y lo usan para construir sus células vegetales y, a su vez, emiten oxígeno para que respiremos. Cuantas más plantas tenga, más oxígeno le proporcionarán. ¡Por algo llaman a la Selva Brasileña el pulmón de la Tierra! Las selvas tropicales de la Tierra nos proporcionan cantidades masivas de oxígeno (¡y ojalá que dejemos de quemarlas!). Pero no tenemos que ir a Brasil o El Yunque en Puerto Rico para apreciar el milagro que sucede con las plantas en el alféizar de la ventana. Sucede fuera de nuestras casas con cada brizna de hierba y cada arbusto y árbol.
El geranio de tu casa y el rosal de tu jardín, como todas las plantas verdes, comparten parte de su biología con los humanos. La molécula de clorofila verde que usan las plantas para producir energía del sol es sorprendentemente similar a la molécula de hemoglobina humana que permite que nuestra sangre lleve oxígeno a nuestras células.
La clorofila hace posible la vida vegetal y, si lo piensa, también hace posible la vida humana. Comemos plantas como frutas, granos, nueces y verduras gracias al clorofilo, y alimentamos a los animales con granos de plantas para hacer carne. Así, las plantas, a través de la clorofila, nos dan TODA nuestra comida. ¡Sin el clorofilo de las plantas verdes no podría haber humanos!
Aquí hay algo que quizás no hayas aprendido en la clase de Ciencias: en el otoño, la razón por la que las hojas de los árboles se vuelven amarillas, anaranjadas y rojas es que el árbol está tirando su clorofila verde hacia su sistema de raíces para almacenarla por un año más. Los colores restantes que vemos en octubre y noviembre estuvieron presentes en la hoja desde la primavera, pero fueron eclipsados por la clorofila. Las hojas anchas y coloridas se deben quitar del árbol, por supuesto; de lo contrario se combinarían para actuar como una vela cuando llegaran los fuertes vientos del invierno y la fuerza pudiera derribar el árbol. Sin preocupaciones. Después del invierno, cuando los árboles hayan contado el número correcto de días cálidos y hayan notado el ángulo necesario del sol del mediodía, sacarán hojas nuevas y las llenarán con el clorofilo almacenado en las raíces durante los meses fríos.
Por cierto, los árboles agradecerían que no rastrillemos y no botemos todas las hojas caídas, porque las nieves del invierno y los insectos que despiertan en la primavera convierten las hojas rotas y en descomposición en un excelente fertilizante.
En noviembre, cuando los árboles de hojas comienzan a hibernar y las ardillas comienzan a enterrar nueces, los carboneros esconden las semillas de girasol en las grietas de la corteza de los árboles para que tengan un suministro constante de alimentos durante el invierno. Sorprendentemente, un carbonero, con su diminuto cerebro, puede recordar muchos miles de esos escondites. Es crucial recordar dónde están las semillas ocultas porque sin comida diaria en el crudo invierno para alimentar su sistema de calefacción durante la noche el hermoso pajarito moriría congelado mientras duerme.
Hablando de pájaros, un par de ruidosos arrendajos azules me llaman ahora desde una rama cerca de la ventana de mi cocina. Saben que si los escucho les echaré unos cacahuetes. ¿Soy una persona tonta porque me hago amigo de los arrendajos azules? Quizás sí, pero al menos no hablo con mis plantas.
Rob es miembro de People for Animal Rights.
Fuente de la Imagen: https://futureconsumerlab.ku.dk/lab-facilities/nordic-food-lab-archive/Nordic_Lab_FINAL_2020.pdf, lado 260.