Cartas de una Lesbiana Enero 2015
Querido Mundo,
En las cercanías de la temporada navideña y al 2014 llega a su fin, miro hacia atrás en este año y reflejo todo lo que ha sucedido.
En algo que miro hacia atrás con orgullo es a mi hermano, y lo que ha hecho en el último año.
Mi hermano vive y trabaja en Los Ángeles. Como tanta gente ahí, tiene conexiones profesionales en la industria del cine. Recientemente, sin embargo, él se ha separado de ese sector para poder trabajar con y ser mentor de jóvenes desfavorecidos.
Mi hermano era (y sigue siendo) un mentor de un joven niño hispano durante muchos años. Según su relación ha desarrollado, mi hermano se encontró aun más lejos tratando de alcanzar a los jóvenes más necesitados de Los Ángeles.
Él ahora trabaja a tiempo completo en asesorando y ayudando a los jóvenes. Un gran porcentaje de la juventud con la que el trabaja son hispanos. También buscó ayudar a jóvenes LGBT, entendiendo las dificultades y rechazos que los niños y adolescentes LGBT se enfrentan.
Estoy increíblemente orgullosa de mi hermano. Ha ampliado sus horizontes al alcanzar a la juventud hispana y LGBT. Los jóvenes de nuestra comunidad, sin importar la ubicación, necesitan a mentores fuertes. Como Latinos y Latinas, necesitamos que nuestros hijos vean a buenos ejemplos. Como LGBT, necesitamos proporcionar seguridad para nuestros jóvenes. Necesitamos proporcionar asistencia, inspiración, fuerza, seguridad y ejemplificar las cualidades de liderazgo con el fin de ayudar a nuestros niños a prosperar.
Esto es especialmente cierto ahora que entramos en la temporada de navideñas. Incontables jóvenes hispanos y LGBT están luchando ahora mismo. Pueden que no tengan suficiente comida en la mesa. Pueden estar sin hogar porque sus padres les habían repudiado por ser LGBT. Hay una necesidad tan tremenda en nuestra comunidad. Pero hay esperanza. La esperanza está dentro de nosotros. Todos y cada uno de nosotros tiene algo que ofrecer a estos niños sufriendo. Podemos donar dinero. Podemos donar ropa. Podemos donar alimentos. Podemos donar tiempo. Sinceramente, la lista es interminable. No hay nada que no podemos hacer o dar para ayudar.
Esta es la temporada para dar. Como mi hermano me ha mostrado, dando a la juventud hispana y LGBT que necesitan es uno de los mayores regalos que nunca seremos capaces de dar.
Viva la vida de su propia manera especial,
Lauren