Una Nueva Esperanza para Syracuse?

por Maximilian Eyle

Si la presencia de crimen es una medida de la salud de una ciudad, Syracuse ha visto días mejores. La alcaldesa Stephanie Miner nombró a Frank Fowler como Jefe de Policía en el 2009, y ahora – casi diez días después, está acabando su término. Al reflexionar sobre su legado, no hay mucho que celebrar. Aunque el crimen ha bajado un 15% durante su término, está de acuerdo con la tasa nacional de crimen y no sugiere un cambio especial en nuestra comunidad. Además, el 2016 llegó a los titulares como el año más letal en la historia de Syracuse, con un récord de 30 homicidios. Violencia entre pandillas sigue siendo un problema, y la relación entre la comunidad y la policía sigue siendo tensa.

Soy nativo de Syracuse y he elegido regresar y convertirlo en mi hogar después de irme para obtener mi título. Nuestra ciudad tiene mucho de que estar orgullosa. Hacemos alarde de una historia rica, una comunidad prospera de música, un número de museos y teatros, restaurantes buenos, y el centro de la ciudad en crecimiento. Todo esto ubicado dentro del precioso paisaje del centro de Nueva York. Pero la seguridad publica sigue siendo una carga para nuestra comunidad y reputación. Escándalos de brutalidad de policía han costado a la ciudad millones de dólares durante los últimos años, y el Jefe Fowler no muestra casi nada de remordimiento ni interés en hacer cambios en el departamento. Durante un testimonio reciente, se le preguntó si sería aceptable golpear a alguien que está esposado ya. “Puede que sí,” respondió el Jefe Fowler. Esta actitud de nuestra policía es atroz e imperdonable.

Por fin, un cambio ha llegado. En el segundo de Noviembre, el alcalde Ben Walsh declaró que Kenton Buckner será el nuevo jefe de policía en Syracuse. Antes de su nombramiento, era el jefe de policía en Little Rock, Arkansas – una ciudad parecida en tamaño a Syracuse. Durante una rueda de prensa reciente, afirmó su dedicación a mejorar la diversidad de nuestra policía y concentrarse en rehabilitación y segundas oportunidades más que solo en castigos. Mucho sobre su historia, carácter, y retórica nos da esperanza. Solo el tiempo dirá si su estrategia tendrá éxito. Mientras tanto, nosotros como una comunidad tenemos que hacer lo que podemos para hacer responsable a nuestros líderes por sus promesas.

Maximilian Eyle es originario de Syracuse, NY y graduado de Hobart y William Smith Colleges. Trabaja como consultor de medios y escribe cada mes sobre una variedad de temas para periódicos en Español en todo el estado de Nueva York. Maximilian ama la cultura hispana y aprendió Español mientras vivió en España, donde estudió y trabajó como profesor de Inglés. Él puede ser contactado en maxeyle@gmail.com