“Un diagnóstico inesperado”

por Laura Hall, Maestra de Español, Shelburne, Vermont

En otoño de 2014, Laura Hall, una maestra de Español de Shelburne, Vermont, se enfrentó a incontables visitas al médico y muchos diagnósticos erróneos, y perdió casi 15 libras de peso. Finalmente, los médicos le diagnosticaron tuberculosis (TB) activa, que probablemente había contraído en Perú mientras visitaba a su familia, pero que había estado latente durante años.

Si bien es fácil pensar que la TB no afecta a los estadounidenses, aproximadamente 13 millones de personas en los EE. UU. tienen TB latente. La tuberculosis infecta a aproximadamente un tercio de la población mundial, lo que la convierte en una de las enfermedades infecciosas más letales en todo el mundo.

La TB es una enfermedad infecciosa bacteriana grave que afecta principalmente los pulmones y se presenta en dos formas: latente y activa. La TB latente no tiene síntomas y puede permanecer latente en el organismo durante años, pero puede evolucionar a TB activa cuando el sistema inmunitario de una persona se debilita y resulta sumamente contagiosa. Dado que la TB latente es asintomática, por lo general, no se diagnostica hasta que evoluciona a enfermedad activa.

“Me acuerdo de que me hicieron la prueba cutánea de TB y me dijeron que era negativa”, recuerda Laura. No obstante, la prueba arrojó un resultado falso negativo y no detectó su infección por TB latente, por lo que no recibió tratamiento en ese momento. Si a Laura le hubiesen hecho un análisis de sangre más preciso para detectar la TB latente, los médicos podrían haber comenzado el tratamiento para detener la infección antes de que evolucionara a TB activa.

“En cuanto recibí el diagnóstico, recordé todas las veces que había abrazado y besado a mi familia cuando tenía tuberculosis sin saberlo. Tenía mucho miedo de haberlos enfermado”, recuerda Laura.

Michael Lauzardo, MD, Jefe y Profesor Asociado, División de Enfermedades Infecciosas y Medicina Global en la Universidad de la Florida, dice: “Los habitantes de zonas de alto riesgo o las personas que han viajado allí recientemente deberían hablar con sus médicos sobre la posibilidad de someterse a un análisis. La mayoría de las personas no comprende los riesgos y es por eso que, a menudo, la TB latente no se diagnostica”.

Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), la TB es ocho veces más frecuente en los hispanos que en los no hispanos.

La TB activa obligó a Laura a estar en cuarentena en su casa durante meses. “No podía salir ni ver a mis amigos, y no pude dar clase durante cinco meses mientras recibía el tratamiento”, señala Laura. “Me sentí terriblemente aislada. Recuerdo el pánico que se produjo en mi escuela y en la comunidad local cuando el Departamento de Salud de Vermont exigió que 500 estudiantes y colegas se sometieran a una prueba de detección de la TB después de mi diagnóstico”. El departamento de salud halló que diecinueve niños y dos adultos tuvieron resultados positivos para TB latente.

Hoy en día, Laura exhorta a las personas a que tomen el control de su salud y hablen con sus médicos sobre la TB latente. Al hacerse un análisis de sangre, si este resulta positivo, se puede comenzar el tratamiento para detener la infección antes de que evolucione a enfermedad activa. Recientemente, los CDC publicaron un aviso de que se requerirá que, a partir del 1º de Octubre de 2018, se realicen las pruebas IGRA (interferon gamma releaseassay [ensayo de liberación de interferón gamma]), tales como QuantiFERON-TB® Gold Plus, durante el examen médico de inmigración.

Si usted o un miembro de su familia piensa que puede haber estado viviendo con TB latente, hable con su médico acerca de someterse a una prueba de TB latente y solicite el análisis de sangre de TB. Obtenga más información en www.pruebadesangretb.com.