Reflexiones en el Laberinto
por David Paulino
Me siento y reflexionar sobre cómo pasa el tiempo tan rápidamente. A lo largo de este año he aprendido que debo decidir sobre una meta específica con al fin de escapar del laberinto. Este laberinto es el laberinto de la soledad influido después de leer la obra de Octavio Paz en el laberinto de la Soledad. El laberinto sirve como un medio para mi lucha continua de encontrar a mi mismo y reflejar mi indecisión.
Reflexiono acerca de lo que he aprendido acerca de mí mismo, y puedo decir que he aprendido que me faltan muchas habilidades duras que no me hacen como comercializable o tan beneficiosos para cualquier empresa o startup. Yo hice una pasantía con un Startup durante el verano y yo estaba muy emocionado para echarle un vistazo al “mundo real” pero sólo he cogido un reflejo de mis defectos.
Como la pasantía fue finalizando me encontré menos motivado para irme porque sabía que yo no estaría contribuyendo a ningún otro proyecto. Tampoco creo sinceramente en su visión. Yo sentía que estaba perdiendo su tiempo, antes de que la pasantía terminó salí y le di mi despedida.
Esta experiencia me enseñó muchas cosas, una de ellas es que si no creo en la visión de una empresa que luego no voy a ser tan productivo y entusiasta a trabajar para dicha empresa. Otra es que mis decisiones no son a largo plazo, tienden a ser esporádicas y reaccionarias, y mis decisiones no están pensadas, porque parecen salir de un capricho. Por último, me enseñó que a veces solo tenemos que tomar un riesgo cuando se trata de desarrollarnos a nosotros mismos. Pensando en esto, me enteré de que no soy de ninguna manera o forma un tomador de riesgo. Yo pienso demasiado sobre la posibilidad de fracasar y que tengo que empezar desde el principio y que no me muevo para nada.
Yo vivo en mi cabeza demasiado que para el momento que veo el día ya está casi terminando y pongo todo lo que tenía que hacer hoy para mañana y el ciclo continúa. Mientras leía un ensayo de Alfonso Sastre, una frase sobresalió y que yo recuerdo este día, “aquellos que cambian el mundo son los que están verdaderamente furiosos por él” no pasa un día en que no pienso en esa frase y no puedo dejar de preguntarme, ¿cuando voy a estar enfurecido por mi estado de estancamiento? ¿Cuando este estado de complacencia desaparecerá?. El temor al fracaso es lo que me ha congelado pero al no hacer nada, ya he fracasado.
Escribo este artículo como una forma de terapia lo cual fue lo que la escritura se convirtió para mí, pero me pareció que estoy escribiendo menos y menos lo que sé es un problema. Este artículo es para mí y para cualquier persona joven que puede sentir lo mismo que yo. Sé que no es muy buen consejos porque no hay respuesta sino que nosotros mismos somos la respuesta a nuestro problema. Nosotros mismos hemos creado este laberinto y nosotros mismos vamos a destruirlo.
Mi nombre es David Alfredo Paulino. Me gradué de SUNY Cortland. Mi mayor fue Estudios Internacionales con una concentración en Sistema Político Global y mis concentración secundarias son Antropología, Estudios de Latino América, Asia, y el Medio Oeste. Nací en Manhattan, NYC, pero vivo en el Bronx con mi mamá, mi pequeña hermana y mi padrastro. Aunque nací aquí, las mayores de mis mas profundas memorias vienen de mis visitas frecuentes a la República Dominicana, y siempre estando allí. Yo aun me quede allí por todo un año. Debido a mis frecuentes idas y vueltas, me críe amando esa atmósfera y a veces la añoro mas que la misma ciudad de NY.