Cumbre de las Américas
Del 10 al 11 de Abril la 7.a Cumbre de las Américas tendrá lugar en la ciudad de Panamá, hospedado por el presidente de la nación Istmeña, Juan Carlos Varela. Esta reunión será la primera vez que un presidente estadounidense y un presidente cubano asisten simultáneamente a este tipo de cumbre, ya que sus organizadores excluyeron la participación de Cuba en los seis eventos anteriores. El principal de los organizadores es la Organización de los Estados Americanos, la cual, entre 1962 y 2009, suspendió a la república en la isla de su membresía en ella diciendo “que el actual gobierno de Cuba, que oficialmente se ha identificado como un gobierno marxista-leninista, es incompatible con el principios y objetivos del sistema interamericano”.
Después que el presidente Varela invitó al presidente cubano, Raúl Castro, a la 7.a Cumbre, Marco Rubio y Bob Menéndez, los dos senadores estadounidenses de descendencia cubana, escribieron cartas a Varela a comienzos de Octubre.
La carta de Rubio dijo: “El régimen cubano sigue siendo el único Estado Patrocinador de Terrorismo designado por los Estados Unidos en el hemisferio.”
Menéndez agregó: “La participación de Cuba socavaría el espíritu y la autoridad de la Cumbre de las Américas como un espacio para reafirmar los principios consagrados en la Carta de las Naciones Unidas, la Carta de la Organización de los Estados Americanos y la Carta Democrática Interamericana, así como los compromisos hechos en cumbres pasadas”.
La única vez que el presidente Barack Obama y su homólogo cubano, se han reunido hasta ahora fue el 10 de Diciembre de 2013. Obama se encontró con Raúl en el estrado en la ceremonia conmemorativa en Johannesburg por la muerte de Nelson Mandela, el expresidente de Sudáfrica, lo cual provocó una áspera respuesta de la representante Ileana Ros-Lehtinen de Florida, quien nació en La Habana.
Ros-Lehtinen dijo: “Cuando el líder del mundo libre sacude la mano sangrienta de un despiadado dictador como Raúl Castro, esto se convierte en un golpe de propaganda para el tirano.”
Fue precisamente este clase de reacción que el entonces vicepresidente Al Gore evitó magistralmente en 1994 en la inauguración del Presidente Mandela. Gore tuvo que jugar a las escondidas por varios minutos con el hermano mayor de Raúl, Fidel, quien estaba a cargo de la presidencia en aquel entonces. La elaborada gimnasia mental de Gore le requirió anticipar, utilizando visión periférica, adonde Fidel se dirigía, y entonces pasar por puertas o usar a sus ayudantes como escudos humanos contra el líder barbudo. De vuelta en los Estados Unidos, Gore no tuvo que preocuparse de una repercusión virulenta por parte de cualquier funcionario electo del Congreso.
Como todos sabemos, el 17 de Diciembre, Obama anunció el marco de un acuerdo para normalizar las relaciones entre los EE.UU. y Cuba, lo cual le serrucha el piso en cierta medida a la retórica vertida por Ros-Lehtinen, Rubio y Menéndez.
Inesperadamente, Venezuela ha resultado ser un importante escollo en las tres rondas de conversaciones destinadas a esta normalización. El presidente Nicolás Maduro de Venezuela estaba tratando de mantener un perfil bajo de tal manera de no interferir en la nueva distensión estadounidense-cubana, pero fue arrojado a la brillante luz del escenario cuando Obama el 9 de Marzo emitió una orden ejecutiva “declarando una emergencia nacional con respecto a la inusual y extraordinaria amenaza a la seguridad nacional y política extranjera de los Estados Unidos planteada por la situación en Venezuela.” Esto fue seguido por coros de desaprobaciones y aprobaciones.
Unidad Democrática, la coalición más grande de la oposición al régimen de Maduro, dijo en un comunicado: “Venezuela no es una amenaza para ningún país”. Obviamente, el gobierno de Castro publicó su propia declaración, la cual decía: “Cuba reitera nuevamente su incondicional apoyo y el de nuestro pueblo a la Revolución Bolivariana, al gobierno legítimo del Presidente Nicolás Maduro y al heroico pueblo hermano de Venezuela.”
Mientras tanto, en Washington, Ros-Lehtinen, Rubio y Menéndez elogiaron la orden ejecutiva de Obama y pidieron que fuere más avanzada. Esto fue después que Maduro dijo que ellos serán negado visas para entrar al país.
Una pregunta es entonces: ¿Qué va a hacer Obama cuando vea a Maduro y Raúl Castro acercándosele en Panamá. ¿Va a superar la actuación de Gore en 1994 y evadir a dos presidentes en vez de sólo uno o va a darles la mano?