Padre Artístico de los Músicos Cubanos

Hubert De Blanck: Padre Artístico de los Músicos Cubanos
por Ana María Ruimonte, www.ruimonte.us

Estando en La Habana recibí la invitación del mismísimo maestro Huberal Herrera para asistir a un bello concierto titulado “Música Romántica Hispano-Cubana del Siglo XIX”. Se celebró el concierto en el Palacio de los Matrimonios, el Domingo 24 de Junio a las 11 de la mañana.

Los pianistas Lisa María Blanco, Yanner Rascón nos deleitaron con música de Cecilia Arizti Sobrino y Nicolás Ruíz Espadero, y la actriz Natasha Díaz nos leyó dos poemas de Gertrudis Gómez de Avellaneda y de José Martí. Pero, lo que más me apasionó fue lo que continuaba hasta el final: La interpretación del maestro Huberal Herrera que además de La Bella Cubana de José White, presentó cinco magníficas obras de Hubert de Blanck: “Estudio en mi menor”, “Sobre la tumba de Maceo”, “Vals Vienés”, “Toccata en la menor” y “Paráfrasis sobre el himno de Bayamés”.

Ritmos lentos y rápidos, arpegios a lo largo de las 8 octavas ascendiendo y descendiendo, pe-dales graves, profundos y presentes en el momento de solemnidad, ritmos de vals deliciosos y juguetones, influencias de Bach y de Wagner, técnica de la fuga con variaciones y del canon, rasgueados, stacatos, agilidades, trinos, variaciones y expresividad teatral lució el maestro Huberal Herrera en esta bella colección de obras del compositor.

La historia de Hubert de Blanck es apasionante. Siendo jovencito, el rey Leopoldo II de Bélgica le concedió una beca para estudiar dónde él decidiera. Se fue a Colonia. Allí conoció a un violinista Brasileño Eugéne-Maurice Dengremont, y formaron un dúo musical. Viajaron en tour por Europa y en América actuaron en Río de Janeiro, Buenos Aires y Nueva York. Allí consiguió la plaza de profesor de piano en el College of Music de NY; conoció a la cubana Ana María García Menocal con la que se casó en esa ciudad en el 1881. Aprovechando las vacaciones de Navidad viajó a La Habana en 1882. Tan sólo un año después, el matrimonio se trasladó a vivir a La Habana. Tuvieron 5 hijos, siendo Guillermo el más mayor. A la muerte de Ana María, se casó con Pilar Martín y tuvo 3 hijos más. Se incorporó a la vida musical Cubana, se nacionalizó Cubano y fundó el primer Conservatorio que lleva su nombre en 1885. Políticamente, sufrió el exilio por su actividad independentista. Entre sus obras de piano, mayormente, destaca la ópera titulada “Patria”. Está enterrado en el cementerio Colón de La Habana.

El maestro Huberal Herrera es el gran intérprete de Hubert de Blank, y además, dispone de una extensa colección de su obra, que su propio profesor Menocal le donó.

¡Qué compositor excepcional y qué intérprete tan magnífico!

Ana María Díaz nació en Madrid y se licenció en Canto en la Especialidad de Opera en la Escuela Superior de Canto de Madrid. En la actualidad, vive en Filadelfia. Cantante de ópera y escritora de críticas de óperas y otras actividades artísticas, es Presidenta de Owlsong Productions, Inc. Forma parte del dúo “Soprano Meets Contrabass” con “800 años de música en menos de dos horas” con influencias de jazz, clásico y flamenco, junto a su marido Alan Lewine, músico de jazz, compositor y contrabajista. Ana María Díaz pertenece a Opera América de Nueva York, Asociación de Intérpretes y Ejecutantes – AIE, Asociación de Mujeres en la Música, Early Music América y Unima-USA.

Ana María ha escrito y producido el Teatro Musical Barroco titulado “Arded, corazón, Arded” en homenaje a los artistas del siglo XVII, Siglo de Oro en España y las Américas, con marionetas, canciones e historias breves. Las canciones están publicadas en su disco CD “Arded, Corazón, Arded”. Ana María colabora con el periódico “CNY Latino” en su columna llamada “ARDED, CORAZÓN, ARDED” desde principios del 2015.