Haga su tarea antes de comprar un “tiempo compartido”
Debo confesar que siempre fui algo escéptico con respecto a los tiempos compartidos. Sé que resulta atractivo tener una casa de vacaciones garantizada en un lugar que nos guste y poder cambiar la unidad por otra en cualquier parte del mundo.
Pero me preocupa que muchos de los compradores no tengan en cuenta todos los costos asociados y crean erróneamente que los tiempos compartidos son una buena inversión financiera que se valorizará con el tiempo. Al decir verdad, los vendedores rara vez obtienen ganancias –algunos solo sacan unos pocos dólares. Además, las aguas están llenas de tiburones ansiosos por descuartizar a los que desesperadamente intentan deshacerse de sus tiempos compartidos no deseados.
Antes de comprar un tiempo compartido, hay que saber cómo funcionan, los problemas con los que nos podemos encontrar al tratar de revenderlos y los engaños que hay que evitar:
Los tiempos compartidos pueden ser:
- “Con escritura”, por la que usted es dueño de una porción de la propiedad, generalmente de una unidad en particular, por un período específico, que suele ser una o dos semanas al año. Dependiendo de su contrato, la titularidad puede ser de por vida, por una cantidad determinada de años o hasta que lo venda.
- “Con derecho a uso”, en los que el desarrollador es el dueño del complejo y cada unidad se divide en “períodos”, ya sea por semana o por una cierta cantidad de puntos. Usted compra el derecho a usar un período por X cantidad de años pero no es el dueño de la propiedad. Muchos le permiten usar sus puntos para usar una unidad de otro complejo afiliado (intercambio).
El precio de compra de un tiempo compartido puede variar mucho, dependiendo de la zona y de lo que ofrezca el lugar. Un tiempo compartido típico de una semana podría costar entre $10.000 y $25.000, o mucho más si se trata de una lujosa unidad en Aspen o Kauai.
Además, usted tendrá que pagar varios otros gastos:
- Comisiones anuales por mantenimiento, servicios e impuestos inmobiliarios.
- Gastos de reparaciones o mejoras importantes.
- Cargos por utilizar la unidad de otro o por vender su unidad.
- Y no se olvide del costo del viaje de ida y vuelta hasta donde se encuentre su unidad.
La Comisión Federal de Comercio (www.consumer.ftc.gov) ofrece varios consejos útiles, por ejemplo:
- Comparar el costo de comprar y mantener un tiempo compartido con el costo de alquilar una propiedad similar.
- Puede ser conveniente alquilar una unidad primero para asegurarse de que le guste el complejo.
- Evaluar la ubicación y la calidad del complejo visitándolo y hablando con otros dueños sobre sus experiencias.
- Averiguar si se han presentado quejas contra el vendedor, el desarrollador o la compañía administradora en la Procuraduría General (www.naag.org) y en la Oficina de Buenas Prácticas Comerciales (www.bbb.org).
- Asegurarse de que todo lo que el agente de ventas promete esté incluido en el contrato.
- No actuar por impulso ni dejarse convencer por tácticas de venta opresivas. De ser posible, consultar con un abogado o profesional inmobiliario para revisar el contrato antes de firmarlo.
- Al igual que con los autos nuevos, los tiempos compartidos a estrenar suelen depreciarse rápidamente, por lo que convendría comprar uno usado.
Algunas precauciones a la hora de vender un tiempo compartido:
- Si lo hace a través de una agencia de reventa, no pague más que una pequeña comisión de entrada por la tasación, publicación, etc. Busque compañías que cobren su parte recién después de efectuarse la venta.
- Antes de fijar su precio, averigüe a cuánto se venden otras propiedades comparables (por períodos similares), para no fijar un precio más alto.
- Tenga cuidado con los engaños. Por ejemplo, una agencia lo llama espontáneamente y le dice que tiene un comprador esperando; o alguien le dice que usted tiene derecho a cobrar algo por un juicio de la Comisión Federal de Comercio contra un estafador.
- Si no lo ha pagado en efectivo, probablemente tenga que saldar su préstamo antes de poder vender la unidad.
- Tenga cuidado con los que le ofrecen aceptar su tiempo compartido como una deducción fiscal a cambio de una comisión, que puede ser de miles de dólares. El IRS solo permite deducir el “valor de mercado”, que probablemente sea mucho menor al que usted pagó por la propiedad.
Jason Alderman dirige los programas de educación financiera de Visa. Para seguir a Jason Alderman en Twitter: www.twitter.com/PracticalMoney.