Villancicos para las Fiestas
La temporada de Navidad es la temporada de los villancicos. Mis villancicos favoritos son “Alegría, alegría” y “El burrito sabanero”, cuyas primeras estrofas comienzan de la siguiente manera:
“Sopa le dieron al Niño. / No se la quiso comer, / y como estaba tan dulce, / se la comió San José”. (“Alegría, alegría”)
“Con mi burrito sabanero / voy camino de Belén. / Si me ven, si me ven, / voy camino de Belén”. (“El burrito sabanero”)
El segundo villancico llegó a su clímax de popularidad en América Latina en 1976. Fue compuesto por Hugo Blanco (1940-2015), un músico nacido en Caracas, Venezuela, y conocido por su arpa viajera.
Tengo otro canto predilecto que es una canción de cumpleaños, no particularmente una canción de Navidad. Pero si nos ponemos a pensar un poco también podría ser considerado en la segunda categoría. De acuerdo a la doctrina de la Iglesia, la Navidad celebra el nacimiento de Jesús como Señor y Salvador de toda la humanidad. Entonces, sería aceptable entonar la canción “Las mañanitas” el 25 de Diciembre de cada año. Empieza así: “Estas son las mañanitas / que cantaba el Rey David. / Hoy por ser tu cumpleaños / te las cantamos a ti. / Despierta, mi bien despierta, / mira que ya amaneció. / Ya los pajarillos cantan, / la luna ya se metió”.
Esta canción está permanentemente grabada en mi mente porque fue la primera y única canción que aprendí durante un solo año en el colegio de educación inicial que atendí cuando yo tenía apenas cuatro años de edad: el Colegio Pío XII.
“Las mañanitas” fue compuesta en 1914 por el músico mexicano Manuel Ponce (1882-1948), quien, también, más tarde, precisamente ese mismo año, adaptó una obra monumental titulada “La cucaracha”, cuya letra en parte dice lo siguiente: “La cucaracha, la cucaracha / ya no quiere caminar / porque le falta, porque le falta / la patita de atrás”.
“La cucaracha” fue la primera canción que aprendí en la casa donde vivía en aquel entonces, un año antes de ingresar al Colegio Pío XII. Recuerdo que simplemente la escuché varias veces en la radio y la repetí. “La cucaracha” no es específicamente una canción para niños, a diferencia de las otras dos canciones que también aprendí durante esta etapa previa al colegio, cuyas letras parcialmente son las siguientes:
“Los pollitos dicen Pío pío pío / cuando tienen hambre / cuando tienen frío”. (“Los pollitos”)
“Estaba el señor Don Gato ron ron / sentado en su tejado ron ron / tejiendo la media media ron ron / del zapatito calado ron ron”. (“El señor Don Gato”)
Como dije anteriormente, la Navidad conmemora el natalicio del Niño Dios, según la tradición cristiana. Como tal, es una excelente oportunidad para que cada uno recuerde su propia niñez. Existen artistas, como, por ejemplo, el payaso español Miliki, quienes han reconocido esta conexión. Para la Navidad de 2000 Miliki publicó el álbum “¿Cómo están ustedes?”, el cual incluye la canción “El señor Don Gato”. Este disco recibió una certificación platino y fue galardonado en la ceremonia de la 2.a Premios Grammy Latinos como el mejor álbum latino para niños del año.
En conclusión, en mi caso, finalicé mi educación inicial poseyendo un extenso repertorio musical compuesto de cuatro canciones: dos originarias de España y dos originarias de México. No es de extrañar que haya aprendido una canción mexicana en el Colegio Pío XII ya que este centro educativo fue establecido por las monjas de la Congregación Misioneras Eucarísticas de la Santísima Trinidad, fundada el 20 de Noviembre de 1936 en la ciudad de México. Las monjas de esta congregación se caracterizan por vestir un hábito de color granate. De acuerdo a su creencia, su misión es “ser, buscar y formar adoradores del Padre, a imitación de Cristo, en espíritu y verdad”.
Acerca del autor: Miguel Balbuena es un escritor en los campos académico, científico, periodístico y literario (en los géneros de ficción y no ficción).