Crédito a quien crédito merece: Latino/as los Cánones Científicos Occidentales
por Carolyn Gonzalez
Una de las
historias más famosas del canon de la medicina occidental es la de Alexander Fleming. En 1928, Fleming salió de su laboratorio por dos semanas de vacaciones. Por error, una placa de Petri con bacterias se dejó fuera y se contaminó con un tipo común de moho. Cuando Fleming regresó a su laboratorio, se dio cuenta de que la bacteria no estaba creciendo alrededor del moho. El aisló el mojo y se dio cuenta de que tenía propiedades antibacterianas (porque el moho produjo una sustancia conocida como penicillium), y ahora se le atribuye el inicio de la era moderna de los antibióticos.
Es una historia notable, pero hay más. El potencial curativo del moho se conoce desde miles de años – en realidad, egipcios, griegos e indios ancianos usaron e escribieron sobre sus prácticas con moho. Países desde Rusia a Sri Lanka utilizaron fuentes de moho como desinfectantes y tratamientos para heridas. Desarrollar medicamentos a partir de estos moldes fue un proceso gradual. Una de las figuras clave en este desarrollo fue el científico costarricense Clodomiro Picado Twight, también conocido como “Chlorito Picado”.
En 1923, 5 años antes de que Fleming publicó su descubrimiento, Picado registró los efectos del penicillium sobre las plantas, en lugar de sobre las bacterias. No hay evidencia que Picado haya descubierto la penicilina como una medicación humana potencial (aunque él es respetado por su trabajo en la creación de antivenenos de serpientes), pero es uno de una lista larga de científicos y médicos latinos importantes cuyas contribuciones se pasan en favor de Científicos europeos.
Ningún artículo haría justicia a estos pioneros. Por ejemplo, Carlos Juan Finlay fue un médico cubano que vinculó primero la fiebre amarilla con mosquitos, permitiendo la erradicación de la fiebre amarilla de Cuba y Panamá. Helen Rodriguez-Trias, una pediatra Puertorriqueña Americana, encabezó los esfuerzos de salud pública para mujeres y niños en los Estados Unidos y Puerto Rico. Necesitamos buscar activamente estas historias para que podamos celebrar estos modelos y héroes y también mirar hacia adelante a más latino/as representación dentro de la ciencia.
Carolyn Gonzalez es una nativa de Rochester, New York de ascendencia puertorriqueña. Está terminando su primer año en la Escuela de Medicina y Odontología de la Universidad de Rochester. Ella completó su B.S. en Biología y Sociedad con un doble menor en Análisis de Políticas y Administración y Estudios de Desigualdades de la Universidad de Cornell en el 2011. Sus intereses de especialidad médica incluyen atención primaria y psiquiatría. Ella está en la junta ejecutiva del capítulo de la escuela de la Asociación de Estudiantes Latinos de Medicina (LMSA) quienes se han comprometido a contribuir artículos educativos que son relevantes a la comunidad Latina.