Águilas Cabeciblancas

Dejemos Volar las Águilas Cabeciblancas
por Gabor Hardy
Traducido al español por Rob English

Hoy en día hay planes en marcha en el Condado de Onondaga, Estado de New York, para construir un camino alrededor del perímetro del lago Onondaga que se encuentra en Syracuse, New York. Mucho del camino ha sido construido y el final está cerca. Pero hay un giro en esta historia. Básicamente, esta ruta está diseñada para el ocio, el ejercicio, la relajación y el disfrute general de las personas que desean visitar las orillas de este maravilloso lago. Sin embargo, hay una barrera contra esta ideación que se supone que tenga un final feliz. Implica la finalización de un sendero secundario que se dirige a la isla Murphy’s Island, un apéndice del lago Onondaga. Este sendero pequeño (una media milla o dos) está programado para la construcción a partir de finales de la primavera de 2019.

El problema con estos planes es el hecho de que el camino propuesto pasará directamente por el hábitat o el área de las águilas cabeciblancas (hay tantos como 35). Se sabe que las águilas tienen más miedo a la forma humana que a los automóviles, trenes o aviones.

Se ofrecen varias perspectivas; estas perspectivas se traducen en muchas posiciones a favor y en contra.

Algunas posiciones de a favor son:

A) La libertad de los individuos humanos para vagar donde quieran supera las necesidades de las águilas.
B) Necesitamos este sendero en beneficio de los ciclistas y corredores.
C) Las águilas cabeciblancas son pájaros duros y se ajustarán
D) No hay un gran peligro porque el camino se cerrará durante algunos meses al año cuando las águilas estén posando
E) Necesitamos este sendero para completar nuestro plan para un camino que conduce alrededor del lago.
Posiciones en contra:
A) Las águilas abandonarán esta área permanentemente debido a la perturbación humana.
B) La isla Murphy’s Island está contaminada, entonces, ¿por qué construir sobre ella?
C) Incluso si cierran el camino, seres humanos se aventurarán sobre ello, lo que generaría más gastos al contratar guardias de seguridad.
D) Prácticamente todos los expertos en aves están de acuerdo en que el camino está demasiado cerca del perchero de las águilas
E) Construir una plataforma de observación satisfará a aquellos que vengan a ver a las águilas, pero lo suficientemente lejos para que las aves no se asusten.
F) La perturbación constante de las águilas agotará su reserva de energía, lo que resultará en una pérdida de peso corporal.

Hay una consideración importante que a menudo se pasa por alto en los discursos sobre los animales. Es que los animales no hablan, leen o escriben inglés o cualquier otro idioma humano. Nosotros (personas humanas) defendemos nuestros sentimientos, preocupaciones y necesidades. Lo que quedan muy importantes entonces, son voces auténticas. Por una voz “auténtica” me refiero a aquellas personas que pasan sus vidas estudiando los ciclos de vida de estas magníficas aves. Es a los “expertos” que la legislatura, los grupos ecológicos y todas las demás partes que tienen un interés personal en este camino deben buscar las respuestas. Tiene sentido dar prioridad a los expertos en el campo del comportamiento de las águilas porque la mayoría de nosotros no hemos tenido el tiempo o el conocimiento para estudiar estas aves y escuchar su idioma.

Entonces, ¿por qué no se hace esto? Muy a menudo las opiniones de los expertos quedan ignoradas, disputadas o sacadas de contexto. Es más, con demasiada frecuencia el atractivo de la plata oscurece el pensamiento claro. Si establecemos la base común de que las águilas cabeciblancas son dignas de protección, de que son una especie en peligro de extinción (al menos aquí en el Condado de Onondaga), o de que las águilas proporcionan belleza distinta para esta región – entonces ¿por qué no errar por el lado de precaución? Este condado puede construir una plataforma de observación o simplemente no construir ningún camino en absoluto en la isla. Estos dos cursos de acción tienen un precio pequeño que pagar porque la recompensa es significativa: las águilas continuarán haciendo su hogar en las orillas del lago Onondaga.

Las águilas cabeciblancas son criaturas salvajes. Como tal, no tengo dudas de que, si se les preguntaría, dirían que prefieren la soledad y las áreas sin perturbaciones donde pueden vivir y reproducirse. Sus hábitats en un tiempo abarcaban prácticamente todo Estados Unidos. A lo largo de los años las áreas donde las águilas cabeciblancas pueden posarse se han reducido significativamente. ¿No es nuestra responsabilidad… incluso nuestra obligación moral de dar a estas águilas un refugio de descanso? Este condado NO debe construir un sendero en la Isla Murphy, pero debe continuar con los planes para construir una estación de observación al final del camino “Creekwalk” original. La estación de observación estaría lo suficientemente cerca de la isla Murphy para observar las águilas, pero lo suficientemente lejos para evitar molestarlas. ¿No es hora de respetar las necesidades de nuestros hermanos salvajes?

Este artículo fue proveído por Linda DeStefano y escrito por Gabor Hardy. Gabor es miembro de la junta directiva de People for Animal Rights. PAR es una de las organizaciones que ayudan a salvar a las águilas del lago Onondaga. Si desea obtener más información acerca de PAR, contáctenos en PO Box 15358, Syracuse, NY 13215-0358 o por correo electrónico a peope4animalrightscny@gmail.com o llámenos al (315)488-PURR (7877) 08 a.m.-10 p.m. Vea nuestra página web al peopleforanimalrightsofcny.org.