Como las cervecerías pueden salvar una ciudad

por Maximilian Eyle

Los lectores habituales de mi columna sabrán que escribo generalmente sobre marihuana y su papel complejo en nuestra sociedad. Es un sujeto profundo, e importante para mí. Pero este mes vamos a investigar algo diferente: cerveza. La tratamos como si fuese una diversión o un vicio, pero ha sido una clave de civilización durante toda la trayectoria de la historia humana. La primera cerveza fue elaborada hace 7,000 años en el Medio Oriente, y desde allí ha tenido una presencia fuerte en casi todo el mundo. Ha dado calorías y una fuente segura de hidratación cuando agua pura era difícil de encontrar. Hoy, su papel es diferente pero sigue siendo importante. Aún en el siglo veintiuno, la cerveza es una clave poderosa de la economía.

James Fallows escribió un artículo recientemente para El Atlántico titulado “Once indicaciones que una ciudad tendrá éxito”. Además de las condiciones convencionales como compromiso civil y oportunidades abundantes de educación, la presencia de cerveza artesanal era la indicación más consistente de una ciudad exitosa. No es una casualidad. Resulta que las cervecerías son muy caras de construir. Se necesitan una inversión grande para comprar el equipo, contratar empleadores con experiencia, y alquilar un espacio bastante grande. Porque los gastos al inicios son tan altos, es típico abrir una cervecería en un barrio que no es tan prospero porque se paga menos para alquilar el edificio. La mayoría de los dueños no pueden pagar para construir sus cervecerías en el centro de la ciudad. Esto significa que un almacén abandonado podría transformarse en un negocio moderno y a la moda. Se crea trabajo, un centro social, y si es bastante grande – puede que los turistas vengan para probar la cerveza local.

Como la industria de marihuana, la elaboración de cerveza es uno de los únicos tipos de fabricación que está creciendo. También como la marihuana, la cerveza era prohibida hace menos que un siglo atrás. Durante la prohibición de alcohol, el crimen subió y la corrupción reinó. Cuando se legalizó, los criminales que vendían cerveza salieron de negocios. En mi ciudad de Syracuse, tenemos varias cervecerías que han mejorado mucho el centro. Algunas llevan el nombre de la ciudad, como MiddleAges Syracuse Ale. Han apoyado la cultura local y han contratado muchos de nuestros ciudadanos. Me encantaría ver más cervecerías artesanales nuevas en Syracuse, especialmente en las partes pobres de la ciudad. Una inversión así podría ser el momento crítico hacia la revitalización de los barrios turbulentos y haría mucho para que Syracuse sea un centro de la industria de cerveza en nuestro estado.

Maximilian Eyle es nativo de Syracuse, NY y se graduó de Hobart y William Smith Colleges. El tiene experiencia trabajando en el sector de pólizas de drogas y escribe acerca de esto en el periódico mensual de CNY Latino. Maximilian aprendió Español mientras vivía en España donde estudio y trabajo como maestro de Ingles. El puede ser contactado al maxeyle@gmail.com.