Radiografía de una Mala Crianza

Un Momento de Reflexión
por Lilia M. Fiallo

Un niño educado, aprende a decir: gracias, por favor, a respetar, cimentando, valores morales y virtudes, como el pilar que contribuye a su personalidad.

¿Ha leído alguna vez, sobre el Complejo de Edipo?

En el otoño de 1986, llega al mundo Daniel, un precioso bebé, llenando de alegría a sus padres.

A sus 5 años goza de afecto, ternura y amor. Inicia su vida escolar en el Jardín Infantil Las Margaritas. Sus padres deciden que el niño no madrugue para ir al Jardín entonces entraba a las 12 del día. Cuando cumple seis años, la tía Eugenia le regala una guitarra. Dura casi una hora en sus manos. La desarma totalmente. Ni el padre, ni la madre aceptan una palabra en contra de su hijo. Se anidan manías. Le llevan todo a la cama.

Llega a los siete años. Inicia sus estudios primarios, también en el horario de la tarde. La tía Eugenia le regala de cumpleaños, una organeta especial para niños. Ese instrumento dura un poco más en sus manos. Al día siguiente estaba destrozada. A sus ocho años, logra burlar a la abuela que toma una siesta. Entra al cuarto siguiente, desbarata el contestador telefónico. La madre rechaza toda acusación contra su hijo.

Muere su padre cuando Daniel tiene nueve años. Daniel empieza a tomar derechos sobre su mamá. Simplemente la manipula. Ella no acata ningún consejo o sugerencia. Termina sus estudios primarios. Continúa su bachillerato en horario de la tarde. Desde siempre, la mamá le lleva los alimentos hasta la cama. “Mami, algo líquido”, se oye gritar, y ella corre. Nunca sabe dar gracias, pedir un favor o doblar la cabeza ante nadie.

Daniel tiene 20 años. Hace pasantías con éxito. Se convierte en un personaje irresistible a los ojos de ellas que lo asedian, sin tregua. La madre requiere de una operación urgente. Ella recibe una herencia a tiempo. No hay operación. Pronto desaparece el dinero en gustos para su hijo. Daniel con 21 años, es inmaduro, arrogante. Pronto trabaja en buen cargo. Entra y sale de diferentes empresas. No le gusta el ambiente. La madre trabaja incansablemente. Le otorgan la pensión por su marido. Una gran cantidad de dinero retroactivo recibe. Daniel ha extendido sus tentáculos. Ella le cuenta cuánto dinero hay. La operación sigue pendiente. Todos los errores de la infancia, siguen vigentes.

La madre le compra una motocicleta a Daniel. Tiene 3 accidentes. Sigue con la moto. Remodelan la casa a gusto de Daniel. De última tecnología llenan la casa. Daniel habla de más con sus amigas. Manipula a la madre por dinero a prestar, a una de tantas que lo asedian. ¡No!, no es una, son dos. Han pasado 5 años. El dinero no retorna. La mamá le compra un carro a Daniel. La operación ahora es más urgente. Los vecinos se alarman al ver a la madre de Daniel tan mal. La madre tiene cita al médico a las 8 de la mañana. Va sola y es lejos. Lleva bastón. Su hijo no madruga jamás. Se ve llegar a la madre de Daniel sola y cargada de paquetes.

Actualmente, le prepara la comida, se la lleva a la cama. Daniel ya no trabaja. De lunes a viernes en casa. Sábado y domingo departe con los amigos. Está pendiente de la devolución del dinero. Daniel trata mal a su mamá por cualquier cosa. La madre camina con bastón. “Tenga paciencia con ella que ya esta vieja, tía”, dice Daniel, en presencia de su mamá.

Camilo –un vecino-, tiene cargo importante y poder. Escucha desde siempre el trato que Daniel da a su mamá. Camilo habla con la mamá de Daniel. “¡Yo le resuelvo ese problema señora, no se afane!” Al día siguiente. Llegan 3 carros: uno de la policía, otro del servicio social y otro de la gobernación. Por megáfono se escucha: “Daniel Suex Rios, abra la puerta…, Daniel Suex Rios, abra la puerta… La puerta no se abre… Pasa el tiempo… Daniel Suex Rios, salga por favor…Vamos a derribar la puerta…” Se abre la puerta. Sale la madre de Daniel suplicando: “No, por favor, no se lo lleven, no…” La gente está mirando. ¡No se lo llevan! Al día siguiente. La mamá de Daniel, va a la casa de Camilo y le hace una inmensa protesta.

Daniel: “¿Qué haría usted si yo me muero?, le dice su mamá. Fríamente, él le responde: “Fácil mami, vendo todo y me voy para Suiza donde tengo unos amigos”. Todas lo asedian y hasta le proponen mantenerlo, Él no se casa. Por fin la mamá tiene momentos de lucidez y de cansancio. “Daniel, ¿por qué no consigues un trabajo” ?, le dice su mamá. “Ya estoy viejo mamá, nadie me dará trabajo”, responde. La madre es súbdita de su hijo Daniel. La
mamá de Daniel, recibió dos grandes cantidades de Dinero: Herencia y Pensión retroactiva: todo para su hijo. La operación es urgente. Daniel quiere tocar violín. La madre de Daniel anuncia que se lo comprará, en el próximo pago de la pensión. Alcahuetear es un verbo que contiene una grave enfermedad consentida. Esa enfermedad se llama: Sida Mental y mata en el menor tiempo posible.

Lilia M. Fiallo nacida en Bogotá, Colombia, lugar en el que, entre tareas y ratos libres, encontró un espacio para escribir sobre temas, de alguna manera olvidados por otros. Con letras de oro grabadas en su memoria, inició su vida laboral, en el corazón de la parte técnica, del control de tránsito aéreo de su país natal. En medio de fraseología y códigos aeronáuticos, el mundo de la aviación le dio una de las más elevadas experiencias, por la precisión que requiere este oficio, donde un solo error, podría costar muchas vidas. Es ahí, donde en su inquietud por comunicar sus ideas, comienza a escribir con dedicación, temas un poco relegados por la sociedad, la Iglesia y el Estado. Al descubrir una verdad de la que nadie quiere hablar, pero mucho más real y cotidiana, de lo que parece. Es así, como surge esta, su primera obra, “Parir por parir”. Puedes encontrar su libro en venta en Amazon y si quieres conectar con ella envíale un correo electrónico al lilianim2003@yahoo.com.