Los Salmos, Cánticos de Alabanza
Los Salmos, Cánticos de Alabanza
por Juan Ocasio-Borrero
“Aclamad a Jehová con arpa; cantadle con salterio y decacordio.” (Salmo 33:2)
El libro de los Salmos es sin duda el libro más grande de la Biblia, con un total de 150 canciones llamadas ‘salmos’. El libro en sí está dividido en 5 libros pequeños de cánticos, que son: Libro 1: Salmos 1-41, Libro 2: Salmos 42-72, Libro 3: Salmos 73-89, Libro 4: Salmos 90-106 y Libro 5: Salmos 107-150.
El término salmo es traducido mizmor en hebreo, psalmo en griego y psalmun en latín. La palabra significa: una canción sagrada o una melodía de alabanza. Era usualmente cantada con un acompañamiento de un instrumento musical con cuerdas como el arpa. El rey David fue el escritor de salmos más prolífico; Asaf, Moisés y otros hombres de la Biblia también escribieron salmos.
El propósito de los salmos fue diverso: para exaltar y alabar al Dios Altísimo, para la confesión de los pecados, para peticiones en pro de Sus adoradores y pueblo escogido, Israel, para declarar profecías, o para dar gracias a Dios por su gran misericordia y majestuoso poder. El Salmo 18 nos muestra cómo nosotros podemos también alabar a Dios. El Salmo dice: “Te amo, oh Jehová, fortaleza mía. Jehová, roca mía y castillo mío, y mi libertador; Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré; mi escudo, y la fuerza de mi salvación, mi alto refugio.” (versículos 1 y 2). También nos dice que “Invocaré a Jehová, quien es digno de ser alabado, y seré salvo de mis enemigos.” (versículo 3).
Cuando estamos atemorizados, desesperados, deprimidos, afligidos o somos perseguidos, podemos confiar en Dios, y El nos dará paz, apoyo, libertad y justicia departe de un Dios amoroso quien odia el mal y a los inicuos, pero recompensa a Sus hijos que le son leales. El Salmo 23 es el salmo mejor conocido, y usualmente lo conocemos como “la oración del pastor”. Este enfatiza que si nosotros confiamos en Dios no temeremos a nada que nos trate de separarnos del amor de Dios. El apóstol Pablo dijo: “La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales.” (Colosenses 3:16).
En conclusión, nuestra adoración a Dios debe incluir oraciones, estudiar Su Santa Palabra, el vivir una vida con Jesucristo como el centro de ella, el cambiar de un modo de vida pecaminoso a uno de alabanza y acción de gracias, dedicados completamente a nuestro Creador con un corazón puro y una mente espiritualmente madura. Los Salmos nos ayudan a seguir dándole alabanzas y a continuar declarando las grandes obras del Señor (Lea los Salmos de Moisés 89 y 90). “Todo lo que respira alabe a JAH. Aleluya.” (Salmo 150:6)
Nota: Los versículos usados provienen de la versión Reina-Valera, revisión de 1960.
Acerca del escritor:
Juan Ocasio-Borrero sirve como ministro y predica el Evangelio de Jesucristo en Geneva, NY. Puedes contactarnos por medio thehouseofruthministries@gmail.com y escuchar las clases bíblicas en YouTube®: The House ofTruth/Juan Ocasio Borrero.